jueves, 6 de diciembre de 2012

MI DIARIO DE PRÁCTICAS - SEMANA 5

Esta semana ha sido una semana que, a pesar de ser corta por el puente de la Inmaculada, ha habido muchos cambios y nuevos acontecimientos ya que el martes día 4 de diciembre realizamos el cambio de clase, pasé del primer ciclo de EBO al ciclo de TVA lo que supone un gran cambio en todos los sentidos.

La semana pasada puede ver la historia de una de las alumnas que recogía datos del embarazo y el parto, de su etapa en Educación Infantil y numerosos informes médicos. Decía que presentaba un retraso madurativo grave a nivel motor, lingüístico y cognitivo por lo que necesitaba adaptaciones curriculares y significativas en Educación Infantil, allí la proporcionaban refuerzos y estímulos en aspectos de los tres ámbitos: potenciar la motricidad fina, adquisición de hábitos, compensar el desarrollo del juego, compensar y desarrollar la comunicación lingüística y no lingüística... Además pude ver los informes de los fisioterapeutas que la habían tratado donde ponían numerosas recomendaciones y ejercicios beneficiosos para mejorar su motricidad. La alumna principalmente padece el Síndrome de Lennox Gastaut pero además tiene asociados Síndrome de Soto, retraso mental grave y, posiblemente, Síndrome de Weaver. Hasta los 5 años ella caminaba, subía y bajaba escaleras, se sentaba y se levantaba apoyándose y tenía adquiridos algunos hábitos como quitarse y ponerse el abrigo pero a raíz de la aparición de las crisis epilépticas fue empeorando en todos estos aspectos hasta el punto de que no se sostiene en pie sola. 

El lunes fue mi último día con la clase de motóricos y fue un día en el que pude disfrutar de muchos momentos con los alumnos en los que trabajamos mediante estímulos, cantamos canciones e incluso tratamos de trabajar algunas fichas, puzzles, texturas... De esta clase me llevo muy buena impresión tanto de los alumnos, de los que he aprendido mucho, como de la tutora y el resto de especialistas que trabajan con ellos porque me han acogido y traspasado muchos conocimientos que me servirán para mi futuro.

El martes fue mi primer día con los chicos de TVA y coincidió con la excursión al museo del ejército, también mi primera excursión en el tiempo de prácticas. No pude conocer muy a fondo a todos los alumnos de la nueva clase pero sí que pude compartir muy buenos momentos con ellos y otras clases del ciclo en los talleres realizados y en la visita guiada por el museo donde todos colaboramos para hacer de ese día un día para recordar.

El miércoles y jueves fue para ir conociendo poco a poco la nueva clase, los alumnos que la forman y a la nueva tutora que, desde el primer momento estuvo a disposición mía para cualquier duda. La nueva clase está formada por 7 alumnos, uno de ellos de escolarización combinada, con edades comprendidas de los 16 a los 19 años. Existe una gran diferencia respecto a la clase de la que vengo ya que aquí todos tienen desarrollado el lenguaje y ninguno presenta problemas a nivel motriz y son más independientes. Todos presentan TGD, hay dos alumnos con Síndrome de Down, uno con TDAH y el resto con retraso mental medio o severo, no todos están al mismo nivel académico por lo que dos de ellos se encuentran en un nivel de la etapa de Educación Infantil, y el resto en la etapa de Primaria. Además de las horas que pasan con la tutora, tienen unas horas que las dedican para acudir al taller de jardinería donde realizan tareas y actividades relacionadas con ese oficio con un profesor de FP. 

A medida que pasan los días puedo observar las diferencias existentes entre una clase y otra tanto a nivel intelectual como a rutinas, trabajo en el aula, actividades realizadas, adaptaciones curriculares, espacios del aula... Y me sirve para conocer y explorar el mundo de la discapacidad desde otro nuevo punto de vista.

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